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Así funcionan los clubes de masturbación

Así funcionan los clubes de masturbación

Ya sabes que existen los clubes de masturbación y ahora te vamos a explicar como funcionan.

Los encontrarás en locales secretos ubicados en las calles de las capitales más importantes del mundo, con una clientela más diversa de lo que piensas. Se trata de galerías de arte erótico o sex shops donde se convocan eventos de masturbación grupal, los concurrentes son, en su mayoría, hombres heterosexuales y las fiestas reciben el polémico nombre de “brojob” o “bro-batting”. Ambas etiquetas, que en español podrían traducirse como “masturbación entre hermanos”, fue acuñado por la doctora estadounidense Jane Ward, autora del libro Not Gay: Sex Between Straight White Men (Sexo entre hombres blancos y heterosexuales).

¿Qué pasa en estos clubes de masturbación? En los Estados Unidos existen cuatro de estos clubes, estos están en Philadelphia, Seattle, New York y Orlando. Los dueños de estos sitios coincidieron en que las reuniones se dan dos veces por semana, donde más del 50% de los miembros son heterosexuales y 25% bisexuales, según encuestas anuales realizadas por los clubes.

Dos importantes que deben ser considerados por los asistentes son la discreción y la experimentación. Aunque no hay atracción romántica, pueden tocarse el pene entre ellos, compartir placer con los demás. De brother a brother. Todos los entrevistados afirman que se trata de un acto homoerótico, no necesariamente homosexual aunque en estos eventos hay besos, caricias, abrazos y palabras de cariño,se masturban entre ellos. El silencio en las salas es frecuente.

¿Por qué asisten?. En la adolescencia este tipo de masturbaciones grupales son algo común en hombres heterosexuales, pero en la edad adulta conductas así suelen desaparecer, de acuerdo con la doctora Ward. La autora ha entrevistado a varios de los miembros de estos clubes y ha descubierto que algunos son exhibicionistas en busca de la validación que no obtienen con su pareja.A otros hombres les resulta más difícil llegar al orgasmo en casa y prefieren estos clubes para liberar tensión. En ese sentido, dicen, la masturbación en grupo puede ser una nueva forma de “conexión masculina”.Y hay otros que consideran la masturbación en grupo como una forma divertida e interactiva de “correrse” sin engañar a su pareja romántica.

En 2018, el coordinador de New York Jacks dijo a Hornet que sus clientes son cada vez más jóvenes, cómodos con su identidad heterosexual:“Están dispuestos a juguetear con otro chico”.

3 Historias Reales de 3 Estadounidenses Dueños de Clubes de Masturbación

A principios de mis veintes, después de haberme masturbado toda una vida como un profesional, revistas robadas y porno en línea, supe de un bar de masturbación en Ámsterdam llamado Stablemaster. La idea inmediatamente me puso muy duro. Como un recién graduado de la universidad, nunca antes había participado en un «tren» o en un juego llamado «la galleta empapada», y definitivamente nunca había ido a un bar de masturbación — Dallas, Texas, no los tenía, y cuando sí, había redadas.

Cuando visité Ámsterdam unos meses después, mi amigo y yo literalmente nos asomamos al Stablemaster. Dos hombres desaliñados con el cabello grisáceo — los únicos en todo el bar — nos hicieron señas para entrar, pero nos fuimos sin haber saludado ni tomado algo. Todavía teníamos que aprender las delicias de los hombres mayores experimentados.

Stablemaster ya cerró, y aunque Ámsterdam tiene otras fiestas de masturbación, la idea de los clubes para cascársela me ha excitado desde entonces. Hace un mes, por fin tuve la oportunidad de visitar uno en Philadelphia.

Llegué en cuanto abrieron las puertas y seguí a un hombre fornido subiendo las escaleras — mirándole las nalgas en cada escalón —hasta el loft del segundo piso donde los eventos de masturbación, se llevan a cabo el domingo por la tarde. Un hombre tatuado en el descansillo me hizo firmar una forma de consentimiento, que decía lo mismo que un anuncio cercano: «Los eventos de masturbación implican desnudez y exploración sexual segura individual, mutua y grupal. El contacto oral-genital y anal de cualquier tipo no está permitido

Cerca había otro anuncio que decía:

Un gentil recordatorio: “¡Sí!” significa “¡Sí!” y “No, Gracias” realmente significa “No, Gracias.” . No significa «Inténtalo de nuevo en 10 minutos.» Si alguien deja claro que no está interesado en divertirse contigo, por favor sé considerado y espera a que se te acerque él en el futuro.»

Al final de las segundas escaleras, conocí a Albo Jeavons, el coordinador del evento. Es un hombre delgado y adorable de 57 años con una barba tupida de tonos rubios y grises y una actitud ligera. Los últimos 24 años, Jeavons ha sido anfitrión de los eventos de masturbación semanales en este espacio, los cuales se han duplicado ya que la ciudad es el santuario de las Radical Faeries y su hogar. Jeavons me cobra la tarifa de 25 $ y me da una bolsa numerada para mi ropa.

Detrás de Jeavons se encuentran acomodados un sofá y varias sillas, una mesa con pilas de revistas pornográficas de los ’90s, y una barra con agua y alcohol desinfectante. Usando sólo zapatos deportivos, mi collar y una expresión curiosa, entré al largo cuarto trasero donde varios hombres blancos (quizá entre sus treintas y cincuentas) se encontraban parados alrededor de una gran pantalla medio viendo una vieja película porno de un hombre mamándosela a otro.

Como tenía un vuelo que tomar en media hora, de inmediato miro a un chico en sus veintes con una gran verga parado cerca de una botella de lubricante en un pedestal. Tras mostrarnos mutuamente nuestros penes rígidos, subir una ceja y asentir con la cabeza, me le acerco, le digo un pequeño «Hola,» y empiezo a masturbarle su hermosa pieza colgante mientras nos besamos ocasionalmente. Lamo sus axilas y paso mis dedos por su cabello suave y algo largo, empujándolo hacia mí para poder meterle la lengua más profundo. Él manosea mi culo peludo y destruye mis pezones por completo. Me vengo en cuestión de minutos, manteniéndolo cerca mientras tiemblo, y mi leche escurriéndoseme por mi mano.

Tras darle las gracias con un suspiro, sin contemplaciones me limpio con una toalla de papel cercana, la tiro, me lavo las manos y regreso con Albo por mi ropa. Pero al vestirme, me doy cuenta de algo excepcional: hombres de todas las edades, etnias y complexiones saliendo de las escaleras y escurriéndose al cuarto de atrás, un asiático cuarentón, bajo, con el vello púbico rebajado y tatuajes; un alto latino en sus veintes con un Príncipe Alberto y bigote; un treintón musculoso de Medio Oriente con pectorales fuertes y nalgas de acero. Es la reunión sexual más diversa que haya pasado, más colorida y diversa que cualquier vapor o aplicación que haya visto.

El hombre de 70 años parado a un lado del cuarto de atrás me impacta más que cualquiera. Nadie le ha hablado aún, pero yo me pregunto, ¿A dónde más va un hombre gay de 70 años a correrse? ¿Un bar gay? ¿Una app para ligar? ¿Sigue a otros hombres viejos a sus casas? Desde entonces sé que hay páginas para gente de su edad, pero qué lío, en especial cuando hay un club lleno de hombres sensuales masturbándose en su propia ciudad.

Desde entonces, me he obsesionado con la idea de abrir un club de masturbación en Dallas, lo que me trae a esta historia. Entrevisté a Jeavons, fundador desde 1993; Steve Thomas, autoproclamado Oficial Jack (masturbación) y coordinador de NY Jacks desde 2010; y Sean, quien co-fundó las Jacks de Orlando en 2002 con su esposo. Quería saber más sobre sus perspectivas acerca de lo que sus respectivos clubes llegaron a ser, cómo operan y cómo siguen en boga en esta era de aplicaciones móviles y ligues en línea.

¿Qué te hizo interesarte en abrir un club para masturbarse?

Jeavons: Cuando tenía 16 y empecé a tomar el tren a la ciudad todos los días para ir a la universidad, muy rápido me di cuenta de que el baño de hombres de la estación del tren era una larga fila de orinales, y casi cada vez que iba, había hombres amistosos jugueteando con sus penes. Y yo era un adolescente caliente de 16 años, así que me encantaba. Fue por esa razón que terminé disfrutando masturbarme con otros hombres.

Y luego, ya sabes, poco después de cumplir 20 de repente llegaron el VIH y el sida. De inmediato pensé «Bueno, ja, qué suerte que esto es algo que realmente me gusta, porque es lo mejor que se puede hacer ahora.» Y me involucré mucho con cosas del sida desde el inicio, fui uno de los fundadores o uno de los miembros originales de ACT UP Philadelphia [Actúa Philadelphia], yo hacía eso. Y ocasionalmente iba al club de New York, que empezaron antes del VIH y sida. Y cuando empecé a ir (como en 1986 o 1987), era de hecho todavía un club con membresía donde alguien tenía que llevarte. Tuve suerte de tener amigos que estaban ahí, y yo iba y era este paraíso de locura. Eran sólo 60 hombres jugueteando juntos; era algo maravilloso.

Y seguía pensando que alguien más lo haría en Philadelphia porque era necesario. Cuando empecé a ir a clubes de masturbación, y cuando abrí el club aquí, no había un tratamiento efectivo para el sida en absoluto. Y ofrecer un lugar para que los hombres pudieran reunirse y disfrutar su sexualidad juntos y totalmente seguros era vital en realidad. Así que seguí pensando que alguien más lo haría, y finalmente llegó el día en el que dije, «Ok, creo que yo tengo que hacerlo

Tratamos de encontrar algo con acceso [para personas con discapacidad], algo a lo que tuvimos que renunciar con el tiempo, desafortunadamente, porque no pudimos encontrar nada. Y luego encontré este lugar, y fue asombroso — un lugar extraordinario, perfecto. Y sólo dije, «OK, bueno, es una lástima. Me siento mal por tener que renunciar al acceso para discapacitados, pero esto es lo que haremos.»

Así que nos mudamos, y eso fue hace casi 24 años [alrededor de 1993]. Por loco que parezca, seguimos en un espacio seguro y nos sigue yendo muy bien.

Steve Thomas: El club empezó en 1980 y empecé a ir a las fiestas a mediados de los ochentas. Fue antes del sida, realmente; antes de que la crisis de salud hubiera explotado en realidad, entonces esa no era la verdadera razón por la cual empecé a ir. Al principio fui porque encontré la masturbación más satisfactoria que muchas otras actividades. Mi experiencia teniendo sexo no era grandiosa; no me volvía loco. Pasé mucho tiempo haciendo casi todo y siendo bastante promiscuo y contagiándome de todo tipo de ITSs en el camino. Así encontré Jacks — un amigo me llevó un día — y fue realmente perfecto para mí. No sólo eso, sino también porque me mantuvo sano, me mantuvo negativo todos estos años, quizá porque casi toda mi actividad sexual fue segura. Pero también conocí a mis mejores amigos ahí, conseguí mi trabajo de día a través de un amigo de Jacks, y encontré a mi pareja en Jacks, así que ha sido extremadamente importante para mí.

Lo que pasó es que todos ellos fueron muy consistentes durante los ’80s y ’90s hasta los 2000s. Pero luego New York cambió mucho. Se transformó nada más. Cerraron casi todos los clubes sexuales abiertos al público, y cerraron todos las saunas. La mayoría de los lugares para sexo público — que estaban por todos lados en los ‘70s y ‘80s — sólo cerraron. Giuliani llegó, y el Times Square de New York pasó de ser el distrito rojo a Disney World. Ahora Times Square y casi todo New York se transformó. Es una ciudad brillante, segura y para niños; casi todos los clubes sexuales se volvieron clandestinos y privados. Y las propiedades cambiaron mucho. Se volvió muy caro. Todo se volvió muy caro. Así que con el tiempo perdimos nuestro espacio.

Pasamos por muchos, muchos espacios distintos, y los seguían cerrando, no por nuestro club sino porque quienes manejaban los lugares fueron cerrados por el departamento de salud o por cualquier otra razón. Así que nos corrieron bastante hasta hace seis o siete años, cuando nos dieron la oportunidad de dirigir las noches de los martes en el club Paddles, un club sadomasoquista que ha estado abierto unos 20 años. Quienes han manejado el club han desaparecido, o se han mudado, o murieron, o sólo se volvieron muy viejos y no quisieron manejarlo más. Uno de mis mejores amigos fue uno de los fundadores [de Jacks de New York], y él fue el contacto que consiguió el lugar, pero él no quería llevar el club.

Así que buscamos a alguien que fuera gerente, y abrimos el espacio en Paddles. Un par de amigos y yo ayudamos, ellos dijeron, «Bueno, ¿qué vas a hacer la semana siguiente?» y no sabíamos. Pero dije, «Voy a estar ahí, yo me encargo,» y eso fue el inicio, y con el tiempo terminé controlando el lugar y dirigiendo el club. No fue mi intención, pero no había nadie más que lo hiciera, y creí que era importante.

Creo que es como un servicio público para quienes se interesan en sexo público. Así que lo hice, y es muy sano ahora. Nos va muy bien. Actualicé la página y me encargué de que alguien la cuidara por mí y se asegurara de que todo corriera bien porque, claro, actualmente ahí es donde la gente busca sexo — en línea. Así que cualquiera que se interese en la masturbación nos encuentra de una forma u otra. Entonces tenemos un buen número de miembros y muchos visitantes; muchos turistas. Vienen chicos de todo el mundo. Está muy bien — de América del Sur y de Europa e incluso un par de muchachos de Rusia, de Medio Oriente y de África. Ahora es muy interesante, así va. Así que ha evolucionado.

Sean: Mi esposo y yo cumplimos 21 años juntos este año, y este es el punto más abierto que nuestra relación ha alcanzado, porque no buscamos a otros por nuestra cuenta ni nada por el estilo, como otras parejas. Pero cuando expresamos nuestro interés por masturbarnos con amigos, ambos empezamos a hablarlo. Era algo que consideramos excitante ya que a los dos nos entusiasma mucho la masturbación. Hay algo realmente erótico al ver a un hombre dándose placer. Aunque participe en ello o no, no importa. Puedo sentarme del otro lado del cuarto y ver a un hombre jalándosela, y eso me hace terminar. Y mi esposo es igual. Sin mencionar que él hace cosas maravillosas con sus manos. Nos lo han dicho una y otra vez. Así que, más allá del egoísmo de probar esto e intentar aquello, pensamos, «¿Cuál es la mejor forma de preguntarle a nuestros amigos?»

De hecho empezamos a hablar con algunos amigos por mera curiosidad. Ya sabes, como, «¡Oye! ¿Alguna vez has pensado en juntarte con nosotros, ver porno, y luego masturbarnos?» Ya sabes, así lo hacemos de todas formas, ¿así que por qué no hacerlo con algunos amigos? Como, tener una noche de películas inusual. Y un par de amigos se mostraron interesados. Así que realmente sólo empezó con un par de nosotros desnudándonos, viendo porno y quizá jugando un poco con un par de amigos. Y luego decidimos tal vez hacer de esto un grupo público. Así que me metí a internet, y el primer grupo que encontré, por sorpresa, fue el de Melbourne de Australia. Les escribí, les dije lo que queríamos hacer, y me dieron unos consejos. Y desde ahí empezó con extraños, y luego se hizo un grupo y se organizó mejor, y 15 años después, lo seguimos haciendo.

Técnicamente puedes seguir siendo miembro y nunca venir a una fiesta; no te cuesta un centavo. Si vienes a las fiestas, cobramos una tarifa nominal por nuestros eventos. Ahora son 15 USD, y ese dinero cubre las cuentas del lugar, el servicio de e-mail, el servicio de internet que usamos para el negocio y mucho detergente y toallas — toallas, toallas, toallas.

¿Qué pueden esperar los asistentes al llegar a su club?

Steve Thomas (New York): Ahora tenemos dos espacios. Paddles es un viejo club de sadomasoquismo. Es como un bar — un mezzanine arriba, y hay algunos cuartos oscuros. Pero los sadomasoquistas — los heterosexuales — realmente no podían mantener el club. Así que básicamente todo se volvió en estas diversas organizaciones y clubes gay, así que hay diferentes organizaciones que tienen fiestas ahí cada noche. En casi todas las fiestas se permite cualquier cosa. Somos la única fiesta de sexo seguro, y tenemos las noches de los martes. Es un lugar como de baja categoría con equipo de sadomasoquismo disperso por todas partes — grilletes, correas, una caja de cosquillas, látigos, máscaras e imágenes de gente siendo nalgueada o atada y esas cosas.

Nuestro otro espacio [para las fiestas de los domingos] es más como un apartamento. Es como dos cuartos y una estancia conde la gente se registra. Y el gerente lo mantiene muy bien. Acaba de remodelar el baño y tiene muchos muebles, sillones para que la gente se siente y una luz tenue agradable. Entonces son muy diferentes, y a algunas personas les gusta el espacio de los domingos, a otras el de los martes. El espacio de los domingos es más pequeño, aunque viene más gente. Tenemos de 60 a 80 los domingos. Tuvimos nuestra fiesta de aniversario la semana pasada, y tuvimos a 105 chicos, mucho para ese espacio pequeño. Fue básicamente hombro con hombro. [Ríe] Pero la gente se divirtió.

Las noches de los martes son usualmente más pequeñas. Llegan de 45 a 55, o quizá 65 un martes. Pero es muy consistente considerando que el clima no es terrible. Nos llegan muy buenos grupos, mucha gente responsable, mucha gente profesional. Mucha gente de arte y todo eso, al contrario de otros clubes de sexo, particularmente los clubes sexuales de madrugada, que tienen más problema con bebidas, drogas y todo eso. Eso realmente no nos afecta. Nuestras fiestas son temprano — 4 p.m. los domingos y 7 p.m. los martes — y duran unas dos horas y media de forma consistente, así que es gente que prefiere ese tipo de cosas que las multitudes de la madrugada.

Sean: Podemos acomodar a unas 20 o 22 personas cómodamente. Nuestra área de juegos es esencialmente una sala. A veces traemos sillas plegables. Hay un sofá, una tele con porno, y a veces tendemos algunas cojines en el suelo para que la gente pueda sentarse. Ofrecemos lubricante a los miembros en caso de que no quieran traer el suyo, o en caso de que lo olviden.

[Cubrimos los sillones con] cojines pequeños. Tuvimos un miembro que donó 2,000 toallas para las manos para tener toallas extras para ofrecer. Cubrimos todo con cojines, toallas y sábanas. Nos aseguramos de que sea fácil de limpiar.

Una vez al mes, usualmente el tercer fin de semana del mes, es cuando somos anfitriones. La multitud promedio es de 15 hombres por fiesta, a veces un poco más. A veces es menos. A veces son ocho o nueve chicos. Hemos tenido a 22 hombres en el cuarto. Mientras todos formen un círculo para masturbarse en posición vertical y no en horizontal, todo funciona. A algunos chicos les gusta acostarse — eso está bien, pero debes tener cuidado de no pisarlos.

Vienen de todos los tamaños y las formas. La mayoría de nuestros chicos tienen lo que llamaría un cuerpo de papá. A veces vienen hombres fornidos, todos los tamaños y las formas en lo que a penes se refiere (y no hay requerimientos para eso — no nos importa). La etnia nunca es un problema. Eso tampoco nos importa. Realmente, si lo que quieres es desvestirte y masturbarte con otros hombres, eso es todo en lo que nos concentramos.

 

Tenemos unos 30 minutos de tolerancia antes de empezar la fiesta, así que si queremos empezarla a las 8, citamos a la gente de 7.30 a 8. Nunca vas a entrar a una fiesta ya con gente desnuda masturbándose. Eso lo vimos muy agresivo, y muchos chicos nos han dicho «Es algo extraño, ¿saben?» Y sí, es algo extraño. Así que siempre empezamos las fiestas al mismo tiempo para que todos se desnuden al mismo tiempo y empiecen a jugar al mismo tiempo.

Casi siempre, si hay un miembro, o si hay alguien que ya haya estado antes, ellos ayudan. Si alguien dice, «Estoy muy nervioso, no sé qué esperar,» ellos los relajan. Los chicos se sienten muy cómodos cuando están aquí; se sienten bienvenidos, disfrutan la experiencia. Les gusta su intimidad; les gusta que no sea un engaño, que no les estamos mintiendo, que no les decimos que organizamos una fiesta para masturbarse y que termina siendo una orgía, porque aparentemente ese es un problema de nuestra área. He escuchado que algunos de nuestros miembros hablan de otras fiestas en Orlando y dicen, «Había que tocar la puerta de una forma especial. Tuve que deslizar un billete de 20 USD debajo de la puerta, entré al cuarto y un hombre estaba cogiendo a otro sin condón y fue como «¡Oh, ¿qué?!» Y claro, lo publicaron en Craigslist, «Fiesta de Masturbación en el Hotel del Centro» o algo así.

Así que nosotros no hacemos nada de eso. No publicamos en Craigslist ni nada así.

Jeavons (Philadelphia): Todo ha sido limpiado. Yo friego los pisos y saco las sábanas y cubro los sillones con varias capas de sábanas para tratar de que no se dañen tanto por el lubricante. Y luego compro lubricante con base de agua por galón, literalmente. Y tengo botellas dispensadoras atrás para eso, y las lleno. Pongo botellas atomizadoras por todas partes llenas de agua para ayudar a limpiar, y tenemos desinfectante de manos distribuidos en varios lugares. Me encargo de los videos y del sistema de sonido, pongo música, agua potable, bocadillos y eso es todo; es muy simple.

Compro un nuevo galón cada dos meses. Medio galón se acaba en un mes, y eso es mucho lubricante [Ríe] Sólo ofrecemos lubricante con base de agua. Casi cualquier otro club ofrece Albolene. Lo intentamos, pero para limpiar es muy, muy, muy difícil para nosotros y para los chicos. Es muy difícil quitártelo, y realmente difícil quitarlo de los muebles, las paredes y los pisos. Si quieres usar otro tipo de lubricante, traelo contigo.

¿Cómo controlas el espacio y te aseguras de que nada malo pase?

Jeavons (Philadelphia): Algo que puedo decirte es que es algo raro que hayamos tenido pocos problemas. En 24 años sólo hubo un hombre al cual yo — después de meses y meses y meses de trabajar con él para entender por qué a la gente le cuesta tanto trabajo lidiar con él — finalmente dije, «Lo siento. Lo intenté, sé que lo intentaste, pero realmente no está funcionando. Voy a preguntarte si estás de acuerdo sólo en no volver más.» Era una persona socialmente rara que no podía entender que realmente molestaba y alteraba a la gente con su comportamiento.

Fuera de eso, quiero decir, ocasionalmente llega alguien muy ebrio, y para mí, siempre está el juicio de valor de «¿este hombre está tan borracho para dejarlo pasar?» Pero incluso en ese momento nunca ha habido realmente un problema mayor. Es realmente asombroso. No estoy seguro si es la atmósfera que creamos o qué, pero en realidad no hay un problema. Y no tenemos monitores especiales en los cuartos durante las fiestas, y estoy seguro de que detrás de la cortina o algo así, de vez en cuando, hay un hombre que se mete un pene en la boca, brevemente. Y ya sabes, lo que sea. No soy la policía. No quiero ser la policía.

Steve Thomas (New York): Le decimos a la gente, hacemos muy explícito el comportamiento que esperamos. No somos la policía. La gente se controla a sí misma en esencia. Si alguien cruza la línea — ocasionalmente la gente se sienta y trata de mamar o algo —usualmente los demás o uno de nosotros lo detenemos, pero pasa muy de vez en cuando, porque la gente sabe por qué está aquí. Si les interesa el sexo más profundo, no regresan. Se controla muy bien. Las reglas son básicamente no inserción, no sexo oral o anal, no intercambio de fluidos. Pero hay combinaciones de chicos que se masturban mutuamente, círculos, y muchachos que sólo se quedan viendo en el rincón. Definitivamente hay un buen grupo para algo como esto.

Sean (Orlando): Básicamente sólo interactuamos. Ya que somos los anfitriones, lo hacemos informalmente, «¡Ey! Bienvenidos a nuestra fiesta» y compartimos penes, y como están duros, los sacudimos un poco jugamos con sus bolas. Decimos, «¡Muy bien! Ey, bueno, parece que te estás divirtiendo. Muy bien, regresamos en un momento,” y pasamos al siguiente hombre. Circulamos.

Romper las reglas ha pasado en ocasiones. A veces es evidente. Cuando es muy obvio puedes darte cuenta, y lo detenemos inmediatamente. Otras veces un miembro nos lo dice. Por ejemplo, varios miembros nos escribieron e-mails diciendo que hubo un muchacho en una de las fiestas que insistía en meterles el dedo por las nalgas, y claro que eso no está permitido. Pero no nos dimos cuenta necesariamente, porque el muchacho fue muy discreto, y los chicos no nos lo dijeron hasta después. Pero tras la primera vez que escuchamos al respecto, pensamos «Muy bien, estaremos alertas. Vigilaremos.» Ese hombre de hecho quedó vetado. Lo quitamos de la lista y le dijimos que no regresara. Se lo advertimos varias veces, y seguimos recibiendo quejas de los hombres a los que trataba de meterles el dedo.

En esta era de aplicaciones de ligue, ¿por qué seguimos necesitando clubes para masturbar?

Sean (Orlando): Hay una gran audiencia de hombres que sólo quieren divertirse de forma segura, o que lo encuentran como fetiche, solamente la masturbación. Creo que la masturbación como tal es un fetiche, y creo que jalársela es algo importante.Leo historia tras historia sobre hombres que sólo se la jalan por cinco, seis, siete horas al día, y yo pienso «¿A qué te dedicas? ¡Necesito ese trabajo!» Y eso es todo lo que quieren.

Algunos aman la oportunidad de ser exhibicionistas y de hacerlo frente a otras personas, les decimos «¡Bueno, ven!» y eso nos ha sucedido. Así que lo considero un fetiche en nuestra comunidad, y también una alternativa si te preocupan las ITSs, porque es seguro y los muchachos lo saben. Es decir, hay cosas que se te pueden pegar por una jalada, pero definitivamente es seguro. Es muy discreto. Algunos de nuestros miembros están casados con mujeres o tienen novias, y sólo disfrutan la compañía masculina al desnudarse y complacerse. Usualmente esos hombres son más exhibicionistas, no les gusta mucho que los toquen, a diferencia de estar en un cuarto masturbándose mientras el resto se masturba.

Steve Thomas (New York): Nos gusta el tipo de hombre al que le gusta el sexo público, al que le gusta estar con otros hombres pero que no se siente cómodo con cosas más fuertes. Personalmente me siento muy incómodo al ir a clubes, y aunque me gusta el sexo oral, no quiero meter en mi boca algo si no sé dónde ha estado, ¿sabes? Y hay mucha gente que se siente así. Entonces es una forma de mezclar la emoción erótica del sexo público con seguridad. Y esa gente es la que buscamos.

 

Jeavons (Philadelphia): Es importante para diferentes personas por varias razones. Tenemos hombres casados con mujeres que no quieren llevarse nada a casa. Tenemos hombres casados con hombres con o sin acuerdos con sus parejas sobre lo que pueden hacer fuera de la relación. Estoy seguro que hay chicos que no tienen acuerdos, y saben que si vienen aquí, no tienen que preocuparse de llevar algo a casa, entonces se les facilita. Aquí hay de todo.

Y también definitivamente hay hombres que me dicen que es su único desahogo sexual, y creo que hay diferentes razones para diferentes hombres para eso. Para algunos es sólo lo que aman; no quieren hacer nada más, y encontraron este maravilloso lugar donde pueden hacer lo que aman. Y hay, creo, hombres a los que no les interesa una relación, y esto es perfecto para ellos. Hay chicos que quisieran estar en una relación pero no lo están. Y, de nuevo, esto es realmente bueno para ellos.

Parte de la razón por la que funciona tan bien para tantos muchachos, yo creo, es que hay algo casi mágico sobre las fiestas de masturbación que es muy diferente de otro tipo de fiestas sexuales. Simplemente hay una vibra diferente. Es amigable y relajado generalmente de una forma que, en mi experiencia, otros eventos sexuales no son frecuentemente. Y creo que mucho tiene que ver con ser tan simple y directo y sin compromisos. Vienes a la fiesta y hay un montón de muchachos, y están jugando con sus penes y con los de otros, y si quieres jugar con alguien te acercas y miras, si te interesa, lo haces, si no, ya lo sabes, hay quizá 40 o 50 o 60 hombres que probar.

 

¿Qué le dirías a alguien que se siente nervioso al ir a un club de masturbación por primera vez?

Steve Thomas (New York): Me pasa mucho. La gente me contacta todo el tiempo y me dicen que realmente quieren venir pero se sienten muy nerviosos con la idea. Y lo que les digo es que somos un montón de chicos muy amigables. Lo más difícil es pasar la puerta. Una vez dentro, hay gente que te da la bienvenida. Glenn (el co-anfitrión), es un gran anfitrión. Es simplemente muy cálido, y a nadie le hace daño el hecho de que tenga un pene enorme. [Ríe] Y para la gente que va, con frecuencia hay un área para socializar, así que se vuelve un club social.

También creo que todo el concepto de desnudez es liberador una vez que estás ahí. Puede parecer intimidante, y la gente dirá, «¿Puedo usar mi ropa interior?» y se los permitimos. Pero generalmente se termina yendo porque todos están desnudos. La cosa de la desnudez es que te quitas tus máscaras. ¿Quién dijo que la ropa es básicamente drag? La ropa es algo que usamos para protegernos y ser quienes queremos ser. Cuando te quitas la ropa, todo desaparece y tú eres sólo tú. Y estoy seguro que eso intimida a muchos, pero pienso que casi todos se contagian del espíritu de la fiesta muy rápido.

Y hay muy poca mala actitud. Es tan diferente a ir a un bar. No diría que no hay mala actitud. Bueno, realmente no hay una mala actitud. Hay preferencias, casi todos son muy amables al respecto. Enfatizamos el hecho de que si no quieres estar con alguien, sólo sonríe y di «No, gracias» en lugar de ser grosero, y eso es lo que casi todos hacen.

Jeavons (Philadelphia): Tenemos chicos que vienen a la fiesta, y quizá vengan con ideas fijas sobre el tipo de hombres que les interesa, y luego están con alguien, y luego llega otro con quien no se divertirían en otras circunstancias, pero ya sabes, o sea, sólo van a tocarse sus penes de tres a ocho minutos. ¿Entonces es realmente tan importante? Entonces tal vez juegue con ese mayor, o más flaco o gordo, o de piel clara u oscura o lo que sea con lo que normalmente no juguetearía. Y si sigues regresando a la fiesta, empiezas a crear una idea de » Oh, de hecho, sí, quizá no sean mi tipo exactamente, pero es divertido jugar con estos otros hombres hacia quienes generalmente no me sentiría atraído.»

Sean (Orlando): La edad parece ser una preocupación importante para los jóvenes. Siempre me preguntan, «¿Me voy a estar masturbando con un montón de hombres que podrían ser mi padre?» Usualmente les respondo «Bueno, a menos que traigas a cinco de tus amigos, entonces sí, es muy posible que te estés masturbando en un cuarto con un montón de hombres ya entrados en sus cuarentas.» Y no puedo hacer nada al respecto.

Pero siempre le digo a la gente que lo intente. Que lo haga más de una vez, porque nunca sabes lo que se puede esperar en una fiesta. Esa es la cosa. Cuando te abres a todos, algunas fiestas pueden tener más gente que quizá tenga un poco de sobrepeso o que tengan más un cuerpo de papá. Probablemente llegues a una fiesta donde la edad promedio sea de 50 o 40 y no de 30 o 20. Quizá sea una fiesta donde haya un adonis con un vientre delineado y un pene de 12 pulgadas haciendo un show para todos. Así que inténtalo al menos una vez.

Finalmente, ¿qué consejo le darías a alguien que quiere abrir su propio club de masturbación?

Jeavons (Philadelphia): El mayor reto es el espacio. Es por eso que muchos clubes han quebrado en muchas ciudades. Es por eso que Rain City Jacks, otro de los clubes más exitosos de los Estados Unidos, ha tenido que hacer una pausa por un tiempo. Encontrar un espacio puede llegar a ser un reto real. Antes de abrir lo único que encontré que sucedía en Philadelphia es que había algunos hombres que organizaban lo que llamaban «fiestas de masturbación.» No sé por qué las llamaban «fiestas de masturbación» porque también había hombres mamando y cogiendo. No eran fiestas de masturbación. Y sólo rentaban la suite de un hotel y le daban una generosa propina a la mucama al final. Y se salieron con la suya muchos años, quizá tres años. Era algo ocasional; quizá hacían una cada dos o tres meses. Sólo he conocido cosas similares en otras ciudades, pero hay algo acerca de la transitoriedad de ello que hace que no sea algo a largo plazo.

Así que tener un buen espacio, tener un espacio suficientemente grande y manejado de la forma correcta. Y luego algo que es realmente importante es tener un área que no te va a traer gente que te afecte si se entera de lo que haces — vecinos y otra gente del edificio. Y es uno de los retos enormes que enfrento psicológicamente alrededor de nuestro club — que, asumiendo que la gentrificación siga como ha estado en mi vecindario, con el tiempo voy a perder el espacio, y no tengo idea a dónde nos vamos a ir después.

Sean (Orlando): Una cosa que le he dicho a otros grupos que han intentado empezar es que, si quieren organizar una fiesta de masturbación porque quieren masturbarse con un montón de jovencitos lampiños y eso es lo que les excita, van a fallar.

 

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