“¿Que pasa con tu polla?”
“¿Que pasa con tu polla?”
Experiencia por: Mel
Categoría: Experiencia
Fecha: 17/04/22
Mi vida es gris yo soy gris, nunca supe lo q tenia entre manos hasta muy tarde.
De hijo preferido pase a esposo preferido, a padre preferido y a compañero de trabajo preferido.
Gris siempre gris pero hubo una tormenta que cambió o mejor dicho diversificó mi gama de grises.
Volvíamos de fin de semana de diciembre y después de peleas en el coche los tres chicos y la madre quedaron dormidos, empezó a llover fuerte y empezaron a entrarme ganas de mear, así q tome la primera salida de servicio que encontré, seguía lloviznando pero la tormenta había pasado.
Vi un coche aparcado y con luces puestas, no le di importancia, solo me fijé en la la pared de una casa en ruinas y unos árboles al lado. Me baje rápido y di la vuelta a la tapia, estoy meando con gusto y el vapor y olor me llegaron a la cara , sin saber muy bien cómo a unos cuatro metros se puso un tío que venía tan apurado como yo, me imaginé que era el del coche aparcado
Él también empezó a echar humo y me llegó el olor intenso de su orina. Instintivamente miré a su polla, nunca había hecho ni me había atrevido a hacer algo igual y cuando digo nunca es nunca.
La miré fijamente pero de inmediato levanté la mirada a su cara, el choque fue tremendo: ni miedo, ni vergüenza ni extrañeza, con mi polla en la mano, sacudiendo las últimas gotas, empecé a sentir que se me estaba engordando y levantando ; le di dos sacudidas más haciendo tiempo, no quería pero volví a mirar y me di cuenta q el hombre estaba más cerca, levante la mirada como preguntando, “aquí qué pasa”, y ahora la mirada de un tío de barba recortada, más grande q yo que mido 1’80, echaba una medio sonrisa q me entró de lleno y me dio seguridad.
-“Había ganas eh? “ – me dijo en voz baja pero muy clara.
-“Si, ya no aguantaba mas”, conteste. Lo increíble para mi es que seguía con mi polla en la mano como paralizado y el con su polla en la mano batiéndola arriba y abajo. Creía que nunca había visto penes de nadie pero ya hace tiempo que lo pongo en duda pero bueno esa es otra historia para contar o para callar dependiendo más del que quiera escuchar que del que escribe. De momento estoy en una noche tormentosa y fría de otoño detrás de una tapia ruinosa con mi polla ya totalmente levantada y dura frente a un tío que desabrocha su cinturón desabotona y deja caer los dos pliegues del pantalón y saca por encima del calzoncillo una enorme polla q mira al cielo desesperada y hambrienta.
El hombre la coge con brío y sin la más mínima vergüenza se pone a machacársela sin complejos. Yo miro miro y miro, solo se mirar, si me cortan no sangro pero por dentro es tal la presión de mi polla q no doy crédito. Iba a retroceder cuando oigo q me dice con esa sonrisa q tiene la gente cuando se alegran de verte: “¿que pasa con tu polla?” Y yo la miro levantada llena de precum , es un gran corazón que palpita , pequeña , creía yo, en comparación a la de mi amigo .
Y es q no necesitamos mas de esos segundos para ser amigos y amigos de verdad.
Quizás nunca tan breve una amistad pero nunca tan intensa y profunda. Lo salvaría si lo salvaría, mataría por el … si creo que llegaría muy lejos por el, y en aquel momento mataría . Poco importa, lo importante ahora es que recuerdo con absoluta nitidez el chorro de semen que salió de su capullo enorme, leche densa y blanca en la noche, borbotones muy continuos q iban a caer a la pared aún humeante.
No se cuando duro pero si hay que pedir eternidad de algo yo la pediría de ese momento: de su corrida y de aquello que estaba pasando en mi interior, en mi mano paralizada , en mi polla a punto de reventar, en mis huevos cargados hasta el borde, en mi cara viendo su cara extasiada, su cuerpo todo electrificado y su pene empujando a la más absoluta libertad tanto y tanto semen como nunca yo había imaginado que podría haber dentro de unas bolas que la naturaleza había dado aquel tío tan generosamente.
Quiso decir algo, quise decir algo… nada nos salió excepto un sonrisa de complicidad única. Guardó su miembro aún duro mojando el calzoncillo, se compuso el pantalón con parsimonia.
De repente me doy cuenta que tengo en mi mano mi polla grande como no la había visto nunca, la guardo aturdido y lo sigo mirando. “¿Que pasa con esa polla? , merece más trabajo” me dice y solo me atreví a decir, “si seguro que si”.
Desapareció tal como había llegado entre sombras y luces de coches que pasaban. El extra de trabajo empezó pronto, primero, llegamos a casa y gran pajazo en la ducha yo solo y mi mente en mitad de la carretera, camuflado en una ruina y al lado de un hombre gris plateado como yo y que no para de echar leche.
Segundo, después de dejar todo preparado para el día siguiente en la cama con mi cuerpo encima de la mujer que me dio y comparto tres chicos maravillosos, un polvo antológico. “Ni cuando nos casamos, hay que repetir estos fines de semana” – me dijo.
-“Si seguro que si”, respondí con mente rebosante de ideas.
Tercero, al día siguiente cuando suena el despertador, la polla seguía dura , así que a repetir operación. Excelente corrida en el embarcadero pero mi mente, pienso riéndome para mí mismo, estaba o seguía en alta mar. Ya nada fue igual, y lo mejor, que todo fue mucho mejor.
Lección aprendida: no hay q renunciar a nada buscar lo mejor para tu cuerpo y que los demás se beneficien también de ello.
Un saludo amigos y gracias por leer mi historia, la de un hombre corriente y gris q le gustan las cosas así: sin complicaciones y sin renunciar a nada.